Darwin aseguró que la evolución de las especies tenía su significado en la adaptación de éstas al ambiente. Además, señaló la importancia de la cooperación y la empatía (tan características de los humanos) para la supervivencia.
El amor es el ingrediente que en todas las etapas de nuestras vidas está presente, se aprecia de diferentes maneras, pués su utilidad es muy variada pero imprescindible para vivir.
(1) Maestro: ¿Cuál es el grande mandamiento en la ley? – Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo corazón, y de toda tu alma y de todo tu entendimiento.
– Este es el mayor y el primer mandamiento.-Y el segundo, semejante es a éste. «Amarás a tu prójimo como a tí mismo».
De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. (San Mateo, cap. XXIII, v. 34 a 40).
Los afectos de la ley de amor son el mejoramiento moral de la raza humana y la felicidad durante la vida terrestre.
Amar, en el sentido profundo de la palabra, es ser leal, probo, concienzudo, para hacer a los otros lo que quisiéramos para nosotros mismos; es buscar alrededor de sí el sentido íntimo de todos los dolores que abruman a nuestros hermanos, para llevarles un alivio; es mirar la gran familia humana como la suya, porque esta familia la volveréis a encontrar en cierto período en los mundos más avanzados, y los espíritus que la componen son, como vosotros, hijos de Dios designados para elevarse hasta el infinito.
Por esto no podéis rehusar a vuestros hermanos lo que Dios os ha dado liberalmente, porque por vuestra parte estaríais muy contentos de que vuestros hermanos os diesen lo que os hiciera falta.
En todo sufrimiento dadles, pues, una palabra de esperanza y de apoyo, a fin de que seáis todo amor, todo justicia. (1)
«Amad bien para ser amados» Jesús nos da la clave para vivir y tener una vida plena, ayudando al prójimo que es toda la humanidad pero ¿Dónde comienza la humanidad? Primero en si mismo, para expandirse desde la familia al desconocido; SI; a esa persona que se nos cruza en la calle y que a veces aunque tenga un problema visible no reparamos en detenernos y ayudarle.
A fin de cuentas todos somos iguales ante Dios ¿Por qué entonces tanto orgullo y egoísmo que pensamos tener la razón siempre? ¡Cuánto se equivoca el ser humano! Aún asi aquí estamos en este maravilloso planeta aprendiendo y enseñando, viviendo y colaborando, amando…este es el gran problema, el mio y el de muchos otros.
Amar como el divino Maestro Nazareno nos ama y nos enseña a través de su código de moral, aún nos cuesta sentirlo y prácticarlo, yo diría esto último cuesta más.
Si queremos ser verdaderas personas de bien, entonces comencemos por entender las etapas de vida en la madre tierra. En nuestros cuerpos materiales conducidos por nuestros espíritus en evolución, pasamos de una etapa a otra y en ocasiones sin darnos cuenta, a penas llegamos a la adultez con inseguridad y conflictos emocionales, llevando consigo a la última etapa, la ancianidad los amargos y punzantes dolores de la niñez y adolescencia.
Por eso hoy deseo compartir con usted querido lector, sea niño, adolescente o adulto
“recetas de amor” para vivir plenamente la vida en cada período del ser humano:
Prenatal (embarazo): puede ser un tiempo hermoso, pero es importante estar preparado para los cambios que ocurrirán, incluso en su estado emocional. Es importante recordar que las emociones del embarazo son normales y no se rinda o se sienta culpable por la variedad de emociones que va sintiendo, sino para escucharlas y responder de una manera positiva.
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Mira películas divertidas y con argumentos desenfadados
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Escucha música con ritmo.
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Lee libros divertidos y revistas que te pongan de buen humor.
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Ríete todo lo que puedas.
Infancia y Niñez (0-12 años): es la etapa de la vida que va desde el nacimiento hasta la juventud. Ahora bien, dentro de esta fase también hay diferentes momentos que marcan los ritmos del desarrollo del niño o niña, tanto en lo físico como en lo psicológico.
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Alegría; los niños nacen con su sonrisa activada y con la capacidad de disfrutar.
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Cultivarles las emociones positivas.
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Relacionarlos con las relaciones positivas en familia, desarrollando la empatía.
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Estimular que los niños tengan sus metas y favorecer que aprendan a tolerar la frustración que antecede al éxito.
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Enseñarles a ser creativos, a desarrollar el silencio y la capacidad de estar consigo mismo sin interrupción.
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No elogiarlos por hacer lo que son capaces de hacer; con un gracias basta.
Adolescencia (12-20 años): es la etapa más emocional de la vida. Es muy variable y resulta difícil precisar con exactitud cuando termina, dependiendo de factores sociales, económicos y culturales. Normalmente en sociedades más primitivas dura mucho menos que en sociedades más civilizadas. A su vez se ha comprobado que las mujeres maduran antes que los hombres.
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Relacionarse socialmente, haciéndole ver que si tiene algún problema puede contar con la familia.
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Cultivar una buena autoestima. Gustarle su personalidad y su cuerpo, mirar el futuro con optimismo, no pensar siempre en lo negativo y sobre todo, sentirse capaz de afrontar las dificultades de la vida.
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Conductas sanas. No buscar su felicidad y entretenimiento en otras fuentes externas(alcohol, tabaco, mala alimentación etc).
Adultez ( 25-60 años): en esta etapa su personalidad y el carácter se presentan firmes y seguros y el individuo maduro se distingue por el control que logra de sus sentimientos y su vida emocional, pudiendo alcanzar la plenitud en su evolución física, biológica y psíquica.
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Conócete a ti mismo/a. Entender las emociones que experimentamos y corregir las negativas para cultivar otras que sean positivas y ofrezcan bienestar.
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La aceptación. Los fracasos pueden ser buenas oportunidades para crecer.
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La escucha activa. Prestar atención no solo a su lenguaje verbal sino también el no verbal, y es saber leer más allá de las palabras.
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Hacerse cargo de sus propios asuntos. Quiérete a ti mismo primero, confía en ti y no dependas de nadie más para ser feliz.
Ancianidad (60-fallecimiento): es la etapa final de la vida física, el anciano va perdiendo el interés por las cosas del presente y va viviendo más en función del pasado, y sobre todo el futuro que no le ofrecen muchas perspectivas. El carácter de las personas en esta etapa de ancianidad se va modificando. Estos síntomas pueden variar dependiendo de la madurez emocional de cada persona.
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Asumir las limitaciones y, también las posibilidades, de su edad cronológica.
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Realizar una actividad cuya finalidad no es ganar dinero, sino sentirse útil.
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Vivir el presente de manera sana. Sin dejarse paralizar por los temores del futuro ni por los fantasmas del pasado.
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Recibir las visitas regulares de familiares y amigos como fuente de bienestar emocional.
La creación entera es fruto del amor y omnipotencia de Dios.
El amor es el eje que hace mover el universo y nuestro objetivo diario debe ser buscar el bien en todo y en todos y el propósito de nuestra existencia es aprender a vivir en la vibración del amor para conectar con Dios.
El amor no es una receta; más bien “un libro de recetas”. ¿Desea usted probarlas?
Referencias
Niurka Zaldivar
19 julio, 2019