Amalia Domingo Soler

OJO POR OJO Y DIENTE POR DIENTE

Amigos invisibles, que en el lenguaje usual se llaman lectores, pero que invisibles sois para mí, puesto que no os conozco. ¿Os acordáis de una confidencia que os hice con el epígrafe El árbol de la vida, en la que…

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