Pasado

En una de mis caminatas me crucé con una persona que me preguntó ¿se le ha muerto alguien? Yo me quedé sorprendida ante la cuestión, seguidamente añadió: ah es que la he visto antes al cruzar el parque y va usted vestida de negro pero bueno hoy día es así. Ambos continuamos nuestros caminos yo proseguí reflexionando y me respondí sí, “hoy ha muerto mi pasado, el ayer ya no volverá.”

El reloj nos muestra la marcha del tiempo, nos marca el presente exacto por lo que sus agujas no retroceden; así debería ser nuestra vida presente.(1)Si Dios ha juzgado conveniente echar un velo sobre el pasado, es porque debe ser útil.

En efecto, este recuerdo tiene inconvenientes muy graves; podría en ciertos casos humillarnos excesivamente, o bien exaltar también nuestro orgullo y por lo mismo poner trabas a nuestro libre albedrío; en todos los casos, hubiera ocasionado una perturbación inevitable en las relaciones sociales(2).

El tiempo es el movimiento mismo. Todo en el universo está en movimiento, por lo tanto todo dentro del universo es víctima del paso del tiempo.Nada permanece inmóvil porque nada puede permanecer estático. El tiempo pasa para todos por igual y los buenos o malos momentos se quedan atrás. El hoy nos marca lo que hicimos ya y el mañana lo que aún nos queda por hacer por eso “vive hoy sin mirar atrás”.

¿Cómo aprender a vivir en el presente?

  1. Aceptándose: Se trata de aceptar las experiencias tal y como llegan,   sin ponerles una etiqueta positiva o negativa, de vivir el ahora. Si       aceptamos lo negativo, éste pierde su atención sobre nosotros aunque   en realidad, la mayoría de las situaciones no son positivas ni negativas,   son simplemente nuestras expectativas.

  2. Pensando antes de hablar: conecta con tus necesidades y objetivos en   la vida, recuerda que la impulsividad nunca es buena consejera.

 3. Dejando de controlar: debes dejar que las circunstancias fluyan, así adoptarás una actitud más relajada que te permitirá estar abierto a las oportunidades que se presenten.

4. Disfrutando del momento presente: a veces comparamos situaciones del pasado con el presente o como nos gustaría que fuesen en el futuro y en verdad dejamos de vivir el aquí y el ahora.

Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: un tiempo para nacer, y un tiempo para morir para que entonces darle importancia a lo que no lo tiene. (2) En ninguna circunstancia desperdiciar el tiempo en polémicas y conversaciones estériles, ocupaciones fantasiosas y excesivas diversiones. Malgastar el tiempo es disipar el patrimonio divino.

Autodisciplinarse en todo proyecto que emprenda, utilizando el necesario discernimiento. Hacer mucho, no siempre traduce hacerlo bien. Evitar las lamentaciones por el pasado, esforzándose por reparar las acciones incorrectas.

El pasado es la raíz del presente, como el presente es la raíz del futuro. Alejar preocupaciones desmedidas con referencia al porvenir, ejecutando con honestidad los deberes que el mundo le señala en el minuto que transcurre. El mañana germinará de las simientes de hoy. En lo posible, apoyar las resoluciones constructivas en el momento de su origen, toda vez que, posteriormente, en el terreno de la experiencia, puede modificarse por completo.

Ayuda menos quien tarda en servir. Aunque recargado de tareas y realizaciones, jamás descuidar el bien que pueda hacer en favor de los demás.

Cuando procuramos el bien, el mismo bien nos enseña a encontrar el tiempo de auxiliar(2).

Pautas para aprovechar mejor el tiempo

1. Planifica tus tareas con anterioridad.
2. Equilíbrate emocionalmente, no permitas que las preocupaciones te dominen.
3. Dedícale su espacio a los horarios de alimentarte y hacer deporte.
4. Relaciónate con las personas afines y llénate de amor.
5. Anota lo más importante a realizar sea en una agenda o en el móvil.
6. Define tu personalidad, conociéndote y trabaja con los defectos.
7. No dejes para luego lo que puedas hacer ahora.
8. Decide al comenzar el día cuáles son tus prioridades.
9. Descansa para que el cuerpo responda a tus necesidades.

Vivir sin estar atentos al reloj y al mismo tiempo saber que los segundos cuentan, sentir placer en lo que se hace sin anhelar aquello que está fuera de nuestro alcance.

Ser empáticos para entender las necesidades de los otros, servir sin olvidarnos de vivir, perdonar nuestros errores trabajando para rectificarlos, meditando y preguntándonos si lo estamos haciendo bien.

Esto es vivir hoy, estar aquí y disfrutar del ahora como tesoro divino; sin sentir (3) el desprecio del bien más preciado. 3. Y es que si, tal como el de los pasados, se le pudiera poner delante a cada cual el número de sus años futuros, ¡cómo temblarían al ver que les quedaban pocos, cómo mirarían por ellos! Como que es fácil administrar lo positivo aunque sea escaso; hay que guardar con mayor cuidado aquello que no sabes cuándo habrá de faltarte.

5.Nadie te restituirá esos años, nadie de nuevo te devolverá tu propia persona. Irá por donde antes solía la vida, sin echar atrás o retener su carrera; no armará jaleo ninguno, no te dará aviso ninguno de su velocidad: se deslizará callada. Ella no llegará más lejos por mandato de rey ni por aprobación del pueblo: tal como la dejaron salir el primer día habrá de correr, nunca hará etapa, nunca se entretendrá. ¿Qué pasará? Tú estás atareado, la vida se apresura; llegará entretanto la muerte, para la cual, lo quieras o no, habrás de tener tiempo de sobra(3).

Un hombre se le acercó a un sabio anciano y le dijo: -Me han dicho que tú eres sabio….
Por favor, dime qué cosas puede hacer un sabio que no está al alcance de las demás de las personas.
El anciano le contestó: cuando como, simplemente como; duermo cuando estoy durmiendo, y cuando hablo contigo, solo hablo contigo.
Pero eso también lo puedo hacer yo y no por eso soy sabio, le contestó el hombre, sorprendido.
Yo no lo creo así, le replicó el anciano.
Pues cuando duermes recuerdas los problemas que tuviste durante el día
o imaginas los que podrás tener al levantarte.
Cuando comes estás planeando lo que vas a hacer más tarde.
Y mientras hablas conmigo piensas en qué vas a preguntarme o cómo vas a responderme, antes de que yo termine de hablar.
El secreto es estar consciente de lo que hacemos en el momento presente y así disfrutar cada minuto del milagro de la vida.

¡Ya tenemos la respuesta correcta! a la pregunta ¿Cuál es el día más importante de su vida?

Niurka Zaldivar
Referencias:
(1) El Evangelio Según El Espiritismo. V olvido del pasado.
(2) Conducta Espírita por el Espíritu André Luiz. 38 frente al tiempo.
(3) Sobre la brevedad de la vida. Séneca. VIII El desprecio del bien más preciado.