El Espiritismo progresa de forma equilibrada en nuestro presente siglo. Aún sin faltar lo material, se encuentra el ser humano en situaciones donde no sabe qué hacer con su vida y comienza una búsqueda interior para reconciliarse con él mismo ; el desánimo, la tristeza, la falta de fe en el futuro que de pronto se nos torna incierto, conllevan a algunas personas al suicidio, a alejarse de la familia, de la sociedad etc.

Pensando que todo está perdido ya, aparece entonces una luz en medio de las tinieblas, gracias a la tecnología llega un whatsapp, un sms, alguna frase en el Facebook, un vídeo en youtube o se lee un artículo y de repente cambia la vida.

Despierta entonces la conciencia dormida, haciendo ver su propia realidad. Haciéndolo consciente de sí mismo para que descubra la finalidad de la vida. La vida es una bendición de Dios y debe ser vivida plenamente, la vida física es solo el vehículo, es el Espíritu quien lo conduce.

El Espiritismo brinda las propuestas para que el hombre se torne perfectamente completo. Los sufrimientos y problemas, son accidentes en el camino, el valor que tienen, nosotros se los atribuimos, pero como consideramos que son técnicas de evolución, transformamos aquello que parece desagradable en una realización de edificación y de ennoblecimiento del ser humano. Vale la pena amar, aquel que ama es feliz. El Evangelio según el Espiritismo de Allan Kardec contiene la explicación de las máximas morales de Cristo, su concordancia con el Espiritismo y su aplicación a las diversas posiciones de la vida.

Las materias que los Evangelios contienen (1) pueden dividirse en cinco partes: los hechos comunes de la vida de Cristo, los milagros, las predicciones, las palabras que sirvieron de base para establecer los dogmas de la Iglesia, y la enseñanza moral. Si bien las cuatro primeras partes han sido objeto de controversias, la última ha permanecido inatacable. Es esta la que desarrolla en profundidad El Evangelio según el Espiritismo permitiendo así un análisis profundo de la moral de Cristo bajo las instrucciones de los Espíritus.

En el día a día podemos ver la manifestación del hermoso Evangelio, como dijo Sócrates: “Conócete a ti mismocuando dejamos que el sentimiento del amor divino guíe nuestras manos y nuestros pasos para servir al prójimo, resultará de ello que todo se equilibre a nuestro alrededor, entonces la vida recobrará su sentido y valor. Ya no tendremos más ese vacío que antes nos abrumaba tanto.

¡Desearlo no basta! (2) La sociedad vive mal y a veces lo que para la sociedad es cosa corriente, es falta grave ante la ley divina. No basta no hacer mal, es necesario hacer mucho bien, y luego, ¿cómo sabe el hombre si hace mal o bien, si no se rige por la ley divina, y sí solo por la ley humana? Aunque cumpla con los deberes sociales, ¿en dónde estará la práctica? «Amarás al prójimo como a ti mismo. Volverás bien por mal. Si te hieren en una mejilla volverás la otra. Bendecirás a los que te maldicen. Y orarás por los que te ultrajen y te persiguen» Las leyes humanas dejan escapar las faltas que no alcanza el código penal, pero las leyes divinas alcanzan a todas las faltas que de alguna manera afectan a la conciencia.

Ya sabemos que es muy difícil llegar a ser hombre justo en todo; para conseguirlo aconsejamos una práctica que nosotros hemos seguido y seguimos durante bastantes años, práctica que nos ha dado muy buenos resultados, llegando a obtener todo cuanto nos ha sido necesario para conseguir nuestros propósitos de vivir con justicia y dentro del amor de Dios. Todo espiritista procurará, todos los días antes de acostarse, hacer un examen de todo lo que durante el día ha sentido y ha hecho.

El espiritista que al hacer el examen vea que está sugestionado por una tendencia injusta, debe hacer el propósito de resistir a los pensamientos impuros o faltos de caridad; para esto, debe pedir mucho al Padre, recordar la pureza de las palabras y de los hechos del sublime Maestro y no olvidar que todos tenemos un ángel guardián, que está encargado de guiarnos, que tendrá mucha satisfacción en cooperar en nuestra regeneración y que ayudará a su protegido, mientras éste persista en sus buenos propósitos. Y aunque esto, a veces no se consiga enseguida, no debe acobardarse, sino persistir, día tras día, en sus buenos propósitos, pedir y confiar y ya verá, como a la postre, serán coronados con éxito completo sus esfuerzos, y entonces se sentirá más tranquilo y los buenos pensamientos fluirán sobre él y conseguirá la práctica del bien sin grandes trabajos.(-)

En lo más profundo de mi ser, doy gracias a Dios por haberme concedido conocer el Espiritismo. De aquel entonces hasta hoy mi vida está cambiando. El Evangelio según el Espiritismo me ayuda constantemente a despojarme del hombre viejo para renovarme y poco a poco vestirme del hombre nuevo.

Y usted, ¿desea también renovar su vida? En la primera carta el Apóstol San Juan escribió: «Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor.»

Referencias.
(1) El Evangelio según el Espiritismo, Allan Kardec, I. – Objeto de esta obra.
(2) Guia práctica del Espiritista, Miguel vives, Lo que debe ser el espiritista en sí mismo.

Niurka Zaldivar