
Unirse en estrecho abrazo al coloso del progreso, y del fatal retroceso abandonar el regazo; desatando el doble lazo que nos une a nuestro ayer; procurar cada uno ser de su propio redentor; dándole el mismo valor al derecho y al deber.
Que la mejor propaganda de nuestra filosofía, es ser mejor cada día que así el progreso lo manda, no nos basta decir: Anda corre en por del adelanto a otro; si uno queda en tanto si dar un poco adelante; sin un esfuerzo constante libre de temor y espanto.
Plenamente convencido que la verdad se defiende, compadeciendo al que ofende, dando su ofensa al olvido: estando uno persuadido que su credo es racional, que el cariño fraternal, a todos nos debe unir y que no es vivir, vivir sin la unión universal.
Comprendiendo y practicando aunque en diversos modos, de ser uno, para todos, todos, el bien propagando; con nuestros hechos mostrando que queremos avanzar, y que anhelamos llegar a la cumbre del saber para enseñar y aprender, en eterno progreso.
Este es el medio mejor de propagar las verdades, y hacer que las libertades den a los pueblos calor; demos ejemplo de amor, ejemplo de tolerancia, acortemos la distancia entre los pobres y ricos, entre los grandes y chicos, el saber y la ignorancia.
Esta es nuestra gran misión, ¿Lo entendéis espiritistas? Tenemos que hacer conquistas sin clases, sin distinción, hay que hablar a la razón a la par que al sentimiento elevar el pensamiento y despertar la ternura, dándole al hambriento hartura, y aguas de sobra al sediento.
Tenemos mucho que hacer que viene el Espiritismo unido al racionalismo nuestra vida a engrandecer, al hombre y a la mujer por igual viene a decir; No veis que vivís muriendo ¿Sin saber por qué existís?.
Que no es vivir no saber el por qué se sufre tanto, el por qué se vierte llanto, a fuerza de padecer.
No tiene razón de ser la ignorancia en que vivís, en la lucha sucumbís vencidos por el más fuerte, y hasta en brazos de la muerte no sabéis por qué dormís.
Y esa ignorancia fatal de, vuestro modo de ser, hace brotar y crecer la envidia, el odio y el mal; del amor universal desconocéis el valor, y no existiendo el calor de afecto grande y profundo, hacéis de la Tierra un mundo que sólo impera el temor.
Y hora es ya que despertéis, hora es ya que comprendáis por qué llorando pagáis culpas que desconocéis. Es preciso que estudiéis vuestra historia vuestro ayer, que vivir sin conocer por qué se vive muriendo ¡Es tan triste!… ¡Tan horrendo!… que se llega a enloquecer.
Basta de vivir sin luz, basta de sombras y errores, paso a los reveladores sin misterios ni capuz.
Humanidad, de tu cruz te quitaremos el peso, pues con tu mismo progreso harás tu carga suave, que es feliz aquel que sabe luchar con su retroceso.
¡Pasó la filosofía! ¡Pasó a la verdad sublime! Al que el infortunio oprime y vive sin luz del día que escucha la profecía de los nuevos inspirados, que en la gran ciencia iniciados saben que no hay elegidos; para ser unos vencidos, para ser otros salvados.
Dios no tiene distinción, hizo a las almas iguales, para las luchas sociales son libres en sus pasiones. Si hubiera predilecciones en Dios dejaría de ser infinito su poder, fuera injusticia notoria crear almas para la gloria y a otras hacerlas caer.
Esta enseñanza es preciso por doquiera difundir, es necesario decir que no existe el paraíso, que en ningún tiempo Dios quiso las almas en inacción; por que la contemplación es el estancamiento, que no avanza el pensamiento con actos de contrición.
Se avanza, prestando ayuda al náufrago, al desvalido que se declara vencido pues nadie su vida escuda; al que en la batalla ruda de una existencia de abrojos, mira, y no encuentra unos ojos que con mirada piadosa, le sigan hasta la fosa donde arrojen sus despojos.
Y se avanza preguntando a todo cuanto palpita, a todo cuanto se agita su existencia analizando, y se avanza, comparando la ciencia y las religiones, las absurdas tradiciones y las leyes naturales, las injusticias sociales martirios y abnegaciones.
Sí espiritistas, podemos avanzar de varios modos, que para adelantar todas las condiciones tenemos; para ser grandes nacemos, no para ser criminales, no son preciosos los males, por que la ley natural, es la unión universal de los grandes ideales.
¡Todo crece! ¡Todo avanza! ¡Todo aspira al infinito! No hay Espíritu proscrito a vivir sin esperanza; hay un puesto de bonanza que espera a la humanidad, no es la horrible tempestad la que impera como ley; que tiene la humana grey al cielo de la verdad.
¡Adelante espiritistas! Seamos mejores que ayer, porque tenemos que hacer innumerables conquistas, sabios, obreros, artistas, a todos con efusión con íntima convicción hablemos de nuestro credo, y propaguemos sin miedo la más santa religión.
La religión del deber, que es caridad, que es amor que es dar vida fe y valor al que está expuesto a perder. ¡Cuánto podemos hacer en bien de la humanidad! Propaguemos la verdad con entusiasmo profundo, que hace falta en este mundo la ley de fraternidad.
¡Paso a la luz! ¡Al progreso! Que es la era del adelanto; cese el temor y el espanto que produce el retroceso. Fausta nueva, gran suceso hoy tenemos que anunciar; todos pues a trabajar diciendo:
El Espiritismo hace el bien por el bien mismo; por nuestro credo a ¡Luchar!
No con armas homicidas, no con horribles traiciones, sino con buenas lecciones de los sabios adquiridas; tras de las almas heridas siempre corramos en pos, diciendo una vez y dos y hasta mil si es necesario, que en la cumbre del calvario hallan las almas a dios.
¡Paso a la verdad! ¡A la ciencia! ¡Al progreso indefinido! ¡Despierta pueblo dormido! (dormido en la indiferencia) termine ya tu indolencia (que es tu más pesada cruz) despójate del capuz que hasta hoy te impidió decir:
¡Bendito sea el porvenir! Porque el porvenir es ¡Luz!
Amalia Domingo Soler